¿Trabajo o disfruto?
lunes, 8 de marzo de 2010 | Javier
Hasta esta misma tarde he mantenido una idea muy firme respecto a los esfuerzos que debe mostrar el profesorado, y más concretamente los profesionales del departamento de orientación de cualquier instituto de secundaria, respecto al cumplimiento de su horario laboral.
Si no me han informado mal, a cualquier profesor de secundaria le contrata el Estado mediante un documento que especifica que su horario de trabajo es de 37.5 horas semanales, de las cuales en torno a 25 son las que pasa directamente en el Centro al que ha sido destinado, dejando el resto para sus labores de preparación docente u organizativa.
Y me pregunto: ¿se cumplen escrupulosamente estas últimas horas?. Y, a tenor de la manera en que gran parte del profesorado desarrolla sus clases, me respondo yo mismo que no. La respuesta, o es que no, o es que disponemos de un grupo de profesionales mal formado. Porque si cada profesor completara 12 horas y pico preparando sus clases, la calidad de las mismas aumentaría enormemente. Y si no fuera así sería por la mala formación recibida… y no creo que sea ese el caso.
Hasta aquí todo claro. Por favor, que todo el mundo trabaje las horas que le tocan, y que se olvide de tanto escaqueo.
Pero no tengo otra cosa que hacer esta tarde que irme a una charla de la filósofa Elsa Punset, que dice que debemos copiar la manera de trabajar de países como Finlandia, en los que los empleados apagan sus móviles a las cuatro de la tarde para dedicarse a lo que deben (hijos, ocio…) y no a seguir empleando horas al mundo laboral.
Y me pregunto: ¿cuando apruebe la oposición (ojalá me escuchen todos los dioses) aprovecharé el tiempo en casa para mejorar mi forma de enfrentarme al trabajo o dedicaré más tiempo a mi desarrollo personal (que también me sirve indirectamente para mejorar mi afrontamiento al empleo)?
Creo que tengo la respuesta clara, ¿y tú?
1 comentarios:
Son varias las que llevo superadas y te aseguro que todavía no tengo las cosas tan claras como algunos. Sigue pensando...
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